domingo, 14 de diciembre de 2014

Il Giovane Favoloso, ni maravilloso ni favuloso

Posiblemente sea porque soy un ignorante, pero "Il Giovane Favoloso" (Mario Martone, 2014), no me pareció ni maravilloso ni fabuloso, tan sólo me pareció decepcionante, aburrida e incoherente. Lo que vino al Festival de Cine Italiano de Madrid 2014 como un bombazo, fue uno de los largometrajes peor valorados por el público (pese a abarrotar la sala por su renombre).

Elio Germano interpretando a Giacomo Leopardi en "Il giovane favoloso" de Mario Martone
Hoy se ha expuesto en los cines Verdi de Barcelona durante la "Mostra de cinema italia" y, o el público es muy diferente en las dos ciudades, o también habrá provocado algún que otro bostezo y puede que cabezada en alguno de los presentes. Una fortuna que en el caso de la ciudad catalana sí haya habido la presencia de lo mejor del filme, su protagonista Elio Germano, que es uno de los actores más en forma del panorama italiano y que ha vuelto a demostrar su gran calidad al interpretar al joven Giacomo Leopardi.

Una historia del siglo XVIII de un joven conde amargado de la vida, que me hizo recordar a la historia de la española Santa Teresa de Jesús (de la que en 2015 se cumplirán 500 años de su muerte), así como a la fatídica y mucho más interesante vida de otro escritor contemporáneo suyo, como es Larra, y que tuvo el valor de acabar con su miserable vida, no como este conde que no evoluciona en todo el largometraje

Elio Germano interpretando a Giacomo Leopardi en "Il giovane favoloso" de Mario Martone
La realidad visual del largometraje es que en 15 años, Giacomo Leopardi no embejece en absoluto, lo que es un tanto irreal, y en algunos momentos nos recuerda más al pobre Jorobado de Notredam que a un joven fabuloso y notable.

El problema de fondo no es que sea un filme que hable de poesía, la gran pega es que debería ser visualmente también mucho más poético. Trata de copiar en algún aspecto superficial a la película "El árbol de la vida" (Terrence Malick, 2011) y demuestra un coste grande, al inicio y al final del trabajo, en donde se percibe un esfuerzo económico que se ausenta en el resto de la película con deficiencias no sólo técnicas, sino narrativas, con fallos tanto de guión como de preparación, o eso creí ver en la sala de los Renoir de Madrid.


Esta proyección me ha servido para valorar a escritores españoles, que también hablan sobre melancolía y fatalidades, y el deseo de demostrar lo que es un personaje atrayente, como podría ser una nueva película de Larra que ojala alguien sea capaz de producir tras ver el éxito comercial de este italiano a quien pocos conocíamos en España.



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