domingo, 22 de marzo de 2015

Pasolini de Abel Ferrara: Sin novedad, sin emoción

El mito de Pasolini, que se acrecienta cada vez más y al que muchos intelectuales idolatran por lo que fue en vida, quedan ausentes, olvidados y vilipendiados por el director americano Abel Ferrara, quien pese a definirse como un fiel seguidor de la obra del genio de Bolonia, ha tenido que investigar para hacer esta 'película' (más bien despropósito), que nada nos muestra sobre la excentricidad, la diferencia o el carácter del cineasta italiano que murió a los 53 años de forma violenta.


Con Williem Dafoe como protagonista, similar físicamente a Pier Paolo Pasolini, empieza el primero de los errores en la producción del filme. Un largometraje en el que confluyen varios idiomas, y en donde nuestro protagonista, ITALIANO, habla durante toda la obra en inglés (Gravísimo error de Ferrara). Cuando uno decide hacer un biopic, no sólo se documenta lo mejor posible, sino que trata de buscar intérpretes con parecido físico y que puedan dar al público un plus de realidad, no alcanzado por Dafoe ni en el lenguaje ni en la tonalidad de su voz.

La simplicidad y la confusión que muestra Ferrara durante el filme, sobre quién era Pasolini queda patente desde el minuto uno. Una producción que quiere mostrar las últimas 48 horas de vida del poeta, escritor y cineasta, se entrelaza con los últimos documentos, entrevistas y relaciones que tuvo, y que le llevaron a la playa de Ostia, donde sería asesinado. En una creación de 85 minutos, dificilmente salvaría 5 minutos, que nos muestren algo diferente a lo que ya conocemos los interesados en el cine italiano y su director.


Al ver este tipo de obras es cuando percibimos el valor de las creaciones del maestro Pasolini, así como de otros largometrajes y documentales que se han hecho sobre estos sucesos. Por ejemplo, Marco Tullio Giordana, rodó "Pasolini, un delitto italiano" en 1995, en donde se narra de forma más dinámica y real la investigación en el asesinato de Pier Paolo. Un documento artístico que resulta más esclarecedor en la vida del artista, que esta desfachatez hecha por Ferrara, director casi olvidado por sus últimos fracasos en la gran pantalla.

Lamentablemente, queda patente desde el nombre al cartel de la película, que el único interés o estímulo que pude hacer al espectador ver este tostón infernal y mal desarrollado es la figura del director que sorprendió con películas como "Salò o le 120 giornate di Sodoma" (1975). Una pena que alguien como Ferrara (que parece acabado) necesite utilizar la figura de uno de los mejores directores de la historia para sacar dinero e intentar que su nombre vuelva a sonar en los Festivales.

Mi recomendación para todos los que habéis llegado hasta el final de este post es: Disfrutad de los 85 minutos que dura esta película haciendo cualquier otra cosa o viendo una obra que realmente merezca la pena, como puede ser "Mamma Roma" o "El Evangelio según san Mateo" del propio Pier Paolo Pasolini.

También debo decir que durante 2014 la figura de Pasolini se ha intensificado aún más. Lo pude percibir en el 7º Festival de Cine italiano de Madrid, donde en muchas de las producciones proyectadas se hablaba del artista y su influencia. Por ejemplo, pude asistir al documental, "Profezia: L'Africa de Pasolini" que incidía en el pensamiento, obra y figura del artista con mejor documentación que la vista aquí.

Este es un ejemplo más de algo que veíamos hace algunas semanas con el también italiano Federico Fellini, de quien Ettore Scola ha intentado hacer un homenaje en "Che Stano chiamarsi Federico" y ha conseguido la oposición de toda la crítica por la desfachatez al hacer productos de una bajísima calidad narrativa y que se nutren del morbo de las figuras de los directores más amados del cine italiano.




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